Este blog es un compromiso con todos aquellos lectores que buscan mediante este medio, el recojo y la transmisión de información; de temas ligados a la psicología y la educación; ciencias básicas para conocerse así mismo. Les doy la más cordial bienvenida, y espero que disfruten junto a mí esta nueva experiencia, que estoy seguro los llenara de ideas, opiniones y comentarios que espero puedan compartir y volver de este blog un medio de información masivo.




martes, 12 de mayo de 2009

Jokín..Libre, oh, libre. Mis ojos seguirán aunque paren mis pies».






Jokin Zeberio un joven de 14 años, iba cumplir un año más de vida el 17/09/2004. Pero cuatro días antes en la madrugada, cogío su bicicleta, salió de su casa subió a lo alto de la muralla de Hondarribia y dio un paso. Un solo paso que separaba la vida y la muerte. Jokin llevaba más de un año soportando humillaciones y vejaciones constantes en su instituto, una paliza el lunes, otra el martes y otra el miércoles. Palizas propinadas por, entre otros, hijos de profesores. El jueves y el viernes no quiso ir a esperar los golpes que vendrían, y no fue al colegio. Pero sabía que tendría que volver tarde o temprano. Y que, incluso si no volvía, viviendo en un pueblo, sus pequeños pero grandes torturadores le seguirían amargando la existencia. Él no contó nada de esto a nadie.
quizás pensaba que los problemas se resolvían, como decían sus verdugos, que alguien verdaderamente fuerte rsuelve sus problemas. Finalmente, el martes, en la oscuridad de la noche, imaginando lo que le tocaría soportar al día siguiente, Jokin decidió que la paz eterna era mejor que el infierno cotidiano. Y se marchó.

Estas humillaciones empezaron un año atrás después de que el joven se hiciera sus necesidades encima debido a un problema gástrico, y recordaron que el pasado 14 de septiembre del 2004 varios alumnos de su instituto decidieron "celebrar" este aniversario "arrojando en el aula un montón de rollos de papel higiénico".
Las fuentes citadas lamentaron que ante esa situación una de las profesoras decidiera seguir con las vejaciones y humillaciones que sufría el adolescente y le obligara a "recoger todos los rollos de papel higiénico que habían lanzado sus compañeros".
Las fuentes familiares calificaron de "gravísimo" este episodio, que han conocido por el testimonio de algunos alumnos del centro, porque a una persona que está sometida a la presión que sufría Jokin "lo único que le faltaba" es que un profesor "reaccione de esa manera".

La familia mencinó la "importante" responsabilidad que, en su opinión, puede tener el instituto en el suicidio de Jokin, porque muchas de las agresiones y humillaciones "se produjeron dentro del ámbito del centro escolar".
Respecto a los resultados de la autopsia practicada al cadáver del menor, quien fue víctima de varias palizas días antes de su muerte, las fuentes explicaron que se ha confirmado la existencia de distintos edemas en varias zonas del cuerpo del joven, que la necropsia ha datado en ocho o diez días antes del fallecimiento.

El trágico suceso ocurrió en la madrugada del pasado día 21, cuando Jokin salió de su casa y se dirigió a las murallas de Hondarribia, donde se tiró. Unas horas antes, según recogía ayer El País, el joven dejó escrito en su chat de internet: «Libre, oh, libre. Mis ojos seguirán aunque paren mis pies». Al día siguiente, cuando fue encontrado el cuerpo, su mensaje recibió la respuesta de un compañero: «kuant ms tiemp psa peor m sient es cmo un gusno ke cme mi interior x no abert defndid. (Cuanto más tiempo pasa peor me siento. Es como un gusano que come mi interior por no haberte defendido)».
Este sentimiento se reflejó también en uno de los mensajes que siete compañeros plasmaron en el lugar del suceso: «Si alguien hubiera tenido el valor suficiente como para confesar todo lo que sabía quizás no hubiera sucedido nada de esto. Sabemos que tú tampoco querías marchar, pero no había otra solución; lo sabemos, te has marchado. No volveremos a contemplar tu mirada, tu sonrisa.

Mónica C. Belaza (2004) reflexiona de la siguiente manera: ¿Dónde miraban los profesores mientras Jokin sufría, delante de sus ojos? ¿Qué hace el Estado con nuestros hijos, en sus escuelas, cuando se los confiamos? ¿Qué clase de mundo estamos construyendo que hace de niños de 14 años torturadores sistemáticos y sin escrúpulos?




4 comentarios:

  1. También vivo en un pueblo, y también mi hijo fue acosado por el hijo de un profesor y sus amiguitos, por supuesto, también mi hijo fue humillado no sólo por los niños implicados, sino también por profesores e incluso la directora.
    Al vivir en un pueblo, estas situaciones se hacen insoportables, todos te miran, cuchichean y te culpabilizan, mientras tú sigues en sesiones con psicólogos que no sirven para nada, cuando sales de allí vuelves a la calle, y todo sigue igual. No sé que clase de monstruos estamos criando, pero lo que sí sé, es que tarde o temprano lo pagaremos.

    ResponderEliminar
  2. Soy profesor en el Uruguay, esto ya es un fenómeno mundial, yo personalmente tuve que amenazar con una denuncia penal a la directora de un liceo que no hacía nada al respecto, por un caso en particular.
    Se hizo justicia, pero es necesario amenazar a un superior ???, no somos todos docentes ???. En lo personal utilizo la psicología y grafología para conversar como amigo con los estudiantes si veo que algo anda mal o es sospechoso, pero el sistema NO me ayuda. Pero bien, viendo estas tragedias es que me sigo alentando a mi mismo para seguir en contra de quien sea, defendiendo a mis alumnos. Saludos desde Montevideo-Uruguay.

    ResponderEliminar
  3. Me estremece el caso de Jokin, me da tanta rabia, tantisima rabia que no estés aquí. Buscaste el descanso eterno, la libertad, pero nadie tuvo derecho a quitartela. Contigo hubo un antes y un después, no te olvidaremos AMIGO.

    ResponderEliminar
  4. este es el caso que miles de niños y jóvenes a diario experimentan esta brutal agresión, pero que el mismo sistema ignora. No nos quedemos callados,salgamos y protestemos, en frente de esta intolerancia mundial
    saludos desde Colombia.

    ResponderEliminar